LIMA,
El Cardenal Giovanni Battista Re, Prefecto de la Congregación para los Obispos y Presidente de la Pontificia Comisión para América Latina llamó a los Obispos reunidos en Lima con ocasión de la 30º Asamblea Ordinaria del Episcopado Latinoamericano a centrar la renovación de la Iglesia en la región en torno a la Eucaristía.
El Cardenal señaló durante la homilía de la Misa que presidió en la Casa de Retiros Juan Pablo II al norte de Lima, que el 50º aniversario del CELAM “constituye una meta significativa, pero más que un punto de llegada, es un punto de partida hacia el futuro, hacia el futuro de la Iglesia en América Latina”.
“Quisiera llamar la atención de todos ustedes queridos cardenales, arzobispos y obispos, sobre el hecho de que este 50º aniversario coincide con la celebración del Año de la Eucaristía”, agregó.
El Cardenal recordó que para el Papa Juan Pablo II, cuyo onomástico recordó, “la Eucaristía fue algo fundamental en su vida y habiendo fallecido en el centro del Año dedicado a la misma, ha dejado la barca de la Iglesia anclada a la Eucaristía”.
“Para todos nosotros –siguió predicando– es claro que el primer responsable de la Eucaristía en cada Iglesia particular es el Obispo, y que entre nuestros deberes principales está sobre todo aquello que se refiere a la Eucaristía. La Eucaristía debe estar no sólo en el centro de la misión del Obispo sino también en su propia vida.
“La vida del obispo debe estar sólidamente anclada en la Eucaristía porque a ella debe su propia identidad. Un Obispo no puede realizarse plenamente si la Eucaristía no es el centro de su vida y la razón de su actividad”; dijo luego el Cardenal Re; antes de destacar que “como guardián de la Eucaristía, el Obispo tiene la tarea de custodiar la celebración del sacramento del amor y promover la vida eucarística que se torna también fuente de comunión, solidaridad, respeto y amor hacia los hermanos”.