LIMA,
El Subsecretario del Pontificio Consejo para los Laicos, Guzmán Carriquiry, señaló que “se puede afirmar con buenas razones que el destino de la catolicidad y el destino de nuestros pueblos están en gran medida entrelazados, al menos para el actual siglo XXI”, durante su participación en Lima en la celebración por el 50º aniversario del CELAM.
En la ponencia titulada “50 años del CELAM: Memoria y Destino”, el Profesor Carriquiry explicó que “si cae en reflujo la tradición católica si no se procede a un intenso trabajo en la fe, si no crece el sentido de pertenencia a la Iglesia y se desatan energías misioneras y si esa tradición católica no se convierte en alma, inteligencia, fuerza propulsora y horizonte de un auténtico desarrollo y crecimiento en humanidad, sufren y pierden nuestros pueblos”.
“Y si nuestros pueblos quedan encadenados en situaciones de marginalidad y pobreza, en ciclos periódicos de depresión y violencia, arrastrando las mayores desigualdades sociales del mundo, sufre y pierde la catolicidad”, agregó.
El experto aclaró que “no corresponde a la Iglesia entrar en debates políticos ni en cuestiones técnicas, que son del ámbito de la laicidad” porque “no es ésa su vocación y misión”.
Sin embargo, explicó, “su contribución original es decisiva en la vida de los pueblos, por medio de un perseverante recomenzar desde la conversión de cada persona, de los contenidos de verdad, amor, de unidad y sabiduría que transmite, de educación y forja de las energías humanas del pueblo, por las luces de su doctrina social como inteligencia y competencia respecto a los problemas fundamentales de la convivencia social”.
Fiesta del CELAM