VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recordó a 21 nuevos presbíteros de la diócesis de Roma ordenados este domingo, Solemnidad de Pentecostés, que la obediencia a Dios y a la Iglesia son fuente de paz y energía para el sacerdote.
El grupo de diáconos a punto de ordenarse mostraba la variedad racial de la Iglesia en Roma, donde numerosas vocaciones provienen de familias de migrantes de Africa y América Latina.
“¡Queridos ordenandos! exclamó el Papa, “el mensaje de Pentecostés se dirige ahora a vosotros directamente. La escena del Evangelio de Juan os habla directamente de vosotros y a vosotros. A cada uno de vosotros, de modo personalísimo, el Señor le dice: paz a vosotros ¡paz a ti!”
El Papa señaló que este saludo es “un llamado al gran misterio de la Santa Eucaristía, en la cual Él continuamente se dona a si mismo y, de esta forma, la verdadera paz “.
“El Señor confía a vosotros el misterio de este sacramento”; dijo el Santo Padre antes de invocarlos a dejarse atraer “siempre de nuevo en la Santa Eucaristía, en la comunión de vida con Cristo. Considerar como centro de cada jornada el poderla celebrar de manera digna. Conducid a los hombres siempre nuevamente a este misterio. Ayudadlos, a partir de ella, a llevar la paz de Cristo en el mundo”.
El Papa recordó a los sacerdotes que “habéis sido insertados en la comunión del presbiterio, en la comunión con el obispo y con el Sucesor de San Pedro”; y recordó que “todos nosotros estamos insertados en la red de la obediencia a la palabra de Cristo, a la palabra de Aquel que nos da la verdadera libertad, porque nos conduce a los espacios libres y los amplios horizontes de la verdad. Precisamente en este vínculo común con el Señor podemos y debemos vivir el dinamismo del Espíritu”.