VATICANO,
Durante el rezo del Regina Caeli, el Papa Benedicto XVI dijo con ocasión de la Solemnidad de Pentecostés, que no existe oposición entre la Iglesia como institución y la libertad traída por el Espíritu Santo.
El Pontífice hizo referencia a la ordenación de 21 nuevos sacerdotes celebrada poco antes en la Basílica vaticana y pidió a la Iglesia dar “gracias a Dios por el don de los nuevos presbíteros, y recemos para que en Roma como también en el mundo entero florezcan y maduren numerosas y santas vocaciones sacerdotales”.
El Santo Padre agregó luego que “la feliz coincidencia entre Pentecostés y las ordenaciones presbiterales me invita a subrayar el vínculo indisoluble que existe en la Iglesia entre el Espíritu y la institución”.
“Ya lo señalaba el sábado pasado, tomando posesión de la Cátedra de Obispo de Roma, en San Juan de Letrán”, recordó el Papa y explicó que “la Cátedra y el Espíritu son realidades íntimamente unidas, así como lo son el carisma y el ministerio ordenado”.
“Sin el Espíritu Santo, la Iglesia se reduciría a una organización meramente humana, sobrecargada por sus propias estructuras. Pero a su vez, en los planes de Dios el Espíritu se sirve habitualmente de las mediaciones humanas para actuar en la historia”, explicó el Papa Benedicto.
“Justamente por esto Cristo, que ha constituido su Iglesia sobre el fundamento de los Apóstoles reunidos en torno a Pedro, la ha también enriquecido con el don de su Espíritu, para que a lo largo de los siglos la conforte y la guíe a la verdad plena”.