VATICANO,
El Papa Benedicto XVI recordó hoy a las miles de víctimas del tsunami que afectó varios países a fines del año pasado y aseguró que “incluso en los momentos más oscuros de nuestra vida, sabemos que Dios no está jamás ausente”.
Esta mañana el Santo Padre recibió en audiencia a los miembros de la Conferencia Episcopal de Sri Lanka con ocasión de su visita Ad Limina Apostolorum. En su discurso recordó a las víctimas del tsunami y señaló que Dios está siempre con nosotros.
“En todo Dios trabaja por el bien con aquellos que lo aman, y esto fue manifestado en la generosidad sin precedentes de la respuesta humana al tsunami. Podemos reconocer signos de la bondad de Dios en la fraternidad y colaboración de tantos diversos elementos de la sociedad en el esfuerzo por el alivio”, indicó.
El Santo Padre destacó que Asia es “un Continente particularmente marcado por una riqueza de cultura, lenguas y tradiciones”. Y dirigiéndose a los Obispos dijo que “llevan un testimonio para la profunda fe de vuestros pueblos en Jesucristo, el único Redentor del mundo. Rezo para que vuestra peregrinación a las tumbas de los Apóstoles Pedro y Pablo renueve vuestro compromiso de servir y proclamar a Cristo con convicción, en modo que vuestro pueblo crezca en conocimiento y amor hacia Él, quien vino para que todos ‘tuvieran vida y la tuvieran en abundancia’”.
Sobre la tragedia del año pasado, el Pontífice señaló que “en los rostros de los afligidos y desahuciados, no podemos no reconocer el rostro sufriente de Cristo, y por cierto es a Él a quien nosotros servimos cuando mostramos nuestro amor y compasión a aquellos en necesidad”.
Asimismo, exhortó a tener presente la dignidad de aquellos niños que perdieron a sus padres, pues “frecuentemente son simplemente olvidados o desvergonzadamente explotados como soldados, obreros, o víctimas inocentes del tráfico de seres humanos”.