ROMA,
Siete sacerdotes de la Iglesia Católica fueron arrestados ayer en la ciudad de Jinzhou, en el noreste de China, cuando se dirigían a un retiro espiritual no autorizado por el Gobierno comunista y a pocos días de la elección del nuevo Pontífice.
Las detenciones, registradas en la región nororiental de Hebei, fueron confirmadas hoy por las autoridades gubernamentales. "El 27 de abril se produjeron arrestos de miembros de la Iglesia clandestina. China es un país bajo el imperio de la ley y protege la libertad de religión de acuerdo con la ley", informó hoy en rueda de prensa el Ministro de Asuntos Exteriores, Qin Gang.
Por su parte, la Fundación Cardenal Kung, con sede en Estados Unidos y dedicada a promover a los católicos en China, informó que los clérigos fueron arrestados el miércoles por la tarde en la localidad de Wuqiu, en la provincia de Hebei, cerca de Pekín, cuando se dirigían a un retiro dirigido por el Obispo de Zhengding, Mons. Julius Jia Zhiguo, en la ciudad de Jinzhou.
La Fundación informó que Mons. Jia Zhiguo había sido liberado luego de un periodo de vigilancia de un mes en plena sede vacante.
El presidente de la Fundación, Joseph Kung, aseguró que esta acción "desafía la lógica". “¿Cómo puede el gobierno chino por un lado proclamar al Papa Benedicto XVI y al mundo su voluntad de mejorar la relación entre China y el Vaticano y por otro arrestar a los sacerdotes del Papa?", cuestionó.
Para Kung, este hecho pone una sombra de duda sobre la sinceridad de Pekín por mejorar las relaciones con el Vaticano: "Es evidente que el deseo expresado por el Gobierno chino de mejorar las relaciones con el Vaticano es menos que sincero", señaló.