SEVILLA,
El Arzobispo de Sevilla, Cardenal Carlos Amigo Vallejo, señaló que la equiparación de las uniones homosexuales al matrimonio no es asunto terminado y habrá que ver las reacciones de aquellos que por ley están obligados a ejecutarlo.
“Esta ley tiene todavía un camino que recorrer y después habrá que ver cuál es la participación de esos alcaldes y esas personas que tienen que estar en esas uniones”, afirmó el Purpurado a un medio local.
El Arzobispo recordó que para la Iglesia “el matrimonio es un sacramento que se realiza entre un hombre y una mujer” y es un concepto compartido con las demás confesiones cristianas y la comunidad hebrea.
Al preguntársele si este hecho aumentará la brecha entre la Iglesia y el Gobierno, el Purpurado señaló que “en los problemas serios es cuando debe resaltarse todavía más la responsabilidad y el buen criterio” de quienes gobiernan o guían una comunidad.
Explicó que “los problemas deben ser oportunidades” para el encuentro y no para levantar muros “de los que nos vamos a lamentar”.
responsabilidad y fidelidad