BUENOS AIRES,
En una entrevista concedida a la agencia Infobae, la líder pro-vida guatemalteca Mercedes Arzú de Wilson, aclaró que los dramas de las mujeres que sufren por violaciones o pobreza, no se resuelven matando a los niños que llevan en sus vientres.
La guatemalteca, miembro de la Academia Pontificia para la Vida y ex delegada oficial de Guatemala ante las Naciones Unidas, opinó sobre los intentos por legalizar el aborto por violación en América Latina.
“El bebé no tiene la culpa de la situación, es ilógico resolver un drama matando al niño. Por otra parte, creo que los abortistas usan ese caso recurrentemente como vía para legalizar el aborto”, indicó.
Según la experta, la tendencia para liberalizar el aborto en Argentina y otros países ha cambiado. Ahora se busca “bajar las penas para que el castigo resulte irrisorio y la práctica termine siendo ilegal pero permitida. Es lo que pasa, por ejemplo, en México, donde la defensa de la vida está garantizada desde la concepción”.
Asimismo, denunció que en muchos países donde el aborto no es legal en teoría, se promueven “métodos artificiales para prevenir embarazos, que en su gran mayoría son abortivos. Más allá de los daños que suponen para la salud, las pastillas anticonceptivas y el dispositivo intrauterino generan millones de abortos legalizados. En los Estados Unidos, por temor a los juicios, los prospectos advierten sobre las múltiples contraindicaciones de los sistemas artificiales. En América Latina, en cambio, los laboratorios omiten brindar esa información, mintiéndole a la población”.
necesitan expandir el negocio de la enfermedad