VATICANO,
Durante el discurso dirigido a los miles de periodistas reunidos en el Aula Paulo VI, el Santo Padre destacó su agradecimiento a los medios de comunicación y marcó las líneas sobre las cuales debe realizarse el servicio de comunicar, destacando entre ellas la "sincera búsqueda de la verdad".
“Gracias por vuestra visita y particularmente por el servicio que habéis realizado en estos días a la Santa Sede y la Iglesia Católica. Un cordial saludo dirijo a Mons. John Patrick Foley, Presidente del Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales”, dijo al comenzar su discurso en italiano, inglés, francés y alemán.
A los miles de representantes de los medios de comunicación dijo “sé bien cuánta fatiga ha significado para vosotros, obligados a permanecer lejos de vuestras familias y hogares, trabajando con horarios prolongados y en condiciones no siempre cómodas. Soy conciente de la competencia y la dedicación con las que habéis realizado esta no fácil tarea”.
Citando el Concilio Vaticano II se refirió a los medios de comunicación como aquellos que “por su propia naturaleza están en condiciones de alcanzar y movilizar no solo a algunos hombres, sino a las mismas multitudes y a la entera humanidad”.
El Papa continuó diciendo que “conciente de su misión y de la importancia de los medios, la Iglesia, especialmente a partir del Concilio Vaticano II, ha buscado la colaboración con el mundo de la comunicación social. Gran artífice de este diálogo abierto y sincero ha sido sin lugar a dudas también Juan Pablo II, que con vosotros, operadores de las comunicaciones sociales, ha mantenido a lo largo de más de 26 años de pontificado constantes y fecundas relaciones”.
Al citar la Carta Apostólica del difunto Pontífice Juan Pablo II, “El rápido desarrollo”, afirmó que “la nuestra es una época de comunicación global, donde tantos momentos de la existencia humana se resuelven a través de procesos mediáticos, o por lo menos se deben confrontar con ellos... El fenómeno actual de las comunicaciones sociales impulsa a la Iglesia a una suerte de revisión pastoral y cultural para que esté en grado de afrontar en modo adecuado el pasaje epocal que estamos viviendo”.