ROMA,
La ciudad de Roma se prepara para recibir a medio millón de peregrinos y decenas de delegaciones oficiales del mundo entero, con ocasión de la Misa inaugural del pontificado de Benedicto XVI.
"Roma se prepara con serenidad para otra prueba extraordinaria. Una vez más, contamos con el civismo y la gran generosidad de los ciudadanos", explicó el alcalde Walter Veltroni, quien junto a las autoridades municipales ha elaborado un dispositivo especial de seguridad y de transporte similar al desplegado durante los funerales de Juan Pablo II.
Entre los esperados, destaca la delegación de Alemania que podría llegar con 100 mil peregrinos encabezados por el canciller Gerhard Schroeder, el presidente Horst Koehler y el Padre. Georg Ratzinger, hermano mayor del Pontífice.
Se espera también la presencia de los reyes de España, Juan Carlos y Sofía, así como varios jefes de estado que están confirmando su asistencia a la Misa inaugural del pontificado de Benedicto XVI.
Sin embargo, se estima que la presencia de delegaciones oficiales sea mucho menor que la de los funerales de Juan Pablo II. Benedicto XVI recibirá en la ceremonia dos de los signos visibles de un Papa: el palio pontificio y su propio anillo del Pescador, que representa a San Pedro echando las redes.
Como ocurrió en los funerales de Juan Pablo II, los fieles y ciudadanos de Roma podrán presenciar la Misa en pantallas gigantes instaladas en diversos puntos de la ciudad.