MOSCÚ,
El Arzobispo de Madre de Dios de Moscú, Mons. Tadeusz Kondrusiewicz, afirmó que Juan Pablo II “ha sido el Moisés de nuestra era, que ha conducido la Iglesia al tercer milenio”, porque en su Pontificado la Iglesia “ha recorrido un largo camino de renovación y desarrollo” siguiendo “la doctrina del Concilio Vaticano II”.
En un mensaje ante la cercanía del Cónclave, el Prelado señaló que la Iglesia se abrió “más al mundo, a otras religiones y confesiones”, porque el Papa hizo del Concilio y de las enseñanzas postconciliares su guía, renovando las formas de llevar el Evangelio sin renunciar al fondo, a la esencia misma de la fe.
Según la agencia Fides, Mons. Kondrusiewicz expresó que Juan Pablo II fue “un Pontífice abierto a los hombres y al mundo, que ha recordado y defendido sin descanso la dignidad de la persona humana, sus derechos y libertad”.
Indicó que su exhortación inicial de “¡No tengáis miedo! ¡Abrid las puertas a Cristo!”, se realizó principalmente con el derrumbe “de los regímenes totalitarios en Europa Oriental”, gracias a lo cual estas naciones han ido adquiriendo los derechos fundamentales como el “derecho a la libertad de profesar la fe”.
El Prelado destacó el amor que el Papa tuvo por la nación rusa. “Al nombre de Juan Pablo II está ligada la restauración de las estructuras de la Iglesia Católica en Rusia”, afirmó.
Posteriormente, el Arzobispo de Moscú llamó a apreciar “el alcance y valor de los gestos de buena voluntad” que el Santo Padre ha tenido hacia Rusia, la Iglesia Ortodoxa y hacia “la gran cultura rusa”.