VATICANO,
Este mediodía, después que fuera recitada en el Vaticano la oración mariana del Regina Coeli –que en tiempo pascual reemplaza al Ángelus-, el Arzobispo argentino Leonardo Sandri leyó la meditación que el Papa Juan Pablo II dejó para hoy, en la que aseguró que “el Señor resucitado ofrece en don su amor que perdona, reconcilia y reabre el alma a la esperanza”.
En la que sería su última reflexión escrita, Juan Pablo II recordó que “este misterio de amor está al centro de la hodierna liturgia del Domingo in albis, dedicado al culto de la Divina Misericordia”, fiesta instituida por él mismo y a la que tenía especial devoción.
En la meditación del Regina Coeli, el Arzobispo leyó la reflexión en la que el Papa decía que “a la humanidad, al tiempo que parece perdida y dominada por el poder del mal, del egoísmo y del miedo, el Señor resucitado ofrece en don su amor que perdona, reconcilia y reabre el alma a la esperanza”. “Es amor –continuó el Santo Padre– que convierte los corazones y dona la paz. ¡Cuánta necesidad tiene el mundo de comprender y de acoger la Divina Misericordia!”.
En la fiesta que se celebra cada II Domingo de Pascua y en la que la Iglesia dirige su mirada a Cristo resucitado, Juan Pablo II explicaba que “aquellas llagas dolorosas, que ocho dias después hizo tocar al incrédulo Tomás, revelan la misericordia de Dios, que ‘ha amado tanto al mundo hasta dar a su Hijo Unigenito’”.
“Señor, que con tu muerte y resurreción revelas el amor del Padre, nosotros creemos en Ti y con confianza repetimos hoy: Jesús, confio en ti, ten misericordia de nosotros y del mundo entero”, rezaba el Papa.
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