VATICANO,
Con la participación de más de 100 mil feligreses que se hicieron presentes en la basílica de San Pedro del Vaticano, el Cardenal Angelo Sodano presidió este domingo por la mañana la primera Misa de exequias en sufragio por el alma del Papa Juan Pablo II que este sábado 2 de abril volvió a la Casa del Padre.
En su homilía, el Purpurado aseguró que "el Papa murió sereno". "De tal serenidad, fui testigo al participar en la plegaria ante el lecho del Papa en agonía", reveló el Cardenal, para quien "la serenidad es producto de la fe".
Quien fuera hasta el momento de la muerte del Pontífice Secretario de Estado Vaticano, recordó que la Iglesia celebra hoy el Domingo “in albis”, el “Domingo de la Divina Misericordia”, fiesta instituida por el mismo Juan Pablo II años atrás.
Al resaltar que en su vida y predicación el Santo Padre llamaba a ir más de allá de la justicia para perfeccionarla en la misericordia, el Cardenal Sodano dijo que “Juan Pablo el Grande se torna así en el cantor de la civilizacion del amor, viendo en tal palabra una de las definiciones más bellas de la “civilizacion cristiana”.
“Si, la civilizacion cristiana es civilizacion del amor, a diferencia radical de aquellas civilizaciones del odio que fueron propuestas por el nacismo y el comunismo”, agregó.
En presencia de un gran número de concelebrantes y diversas autoridades, el Cardenal Sodano reconoció que el ánimo de todos en el mundo “es tocado por un hecho doloroso: nuestro Padre y Pastor, Juan Pablo II, nos ha dejado” Sin embargo, dijo el Purpurado “por 26 años, nos ha siempre invitado a mirar a Cristo, única razon de nuestra esperanza”.