VATICANO,
El Vaticano confirmó esta tarde que el Papa Juan Pablo II ha desarrollado una fiebre alta, producto de una infección urinaria.
Según el comunicado de la Santa Sede, la fiebre –que no está relacionada con su problema en la tráquea- está siendo tratada en el mismo Vaticano “con una apropiada terapia antibiótica”.
Según fuentes médicas italianas, la infección urinaria es un acontecimiento “esperable” en una persona inmovilizada en la parte inferior del cuerpo. La infección normalmente produce una baja en la presión del paciente.
El Papa, según fuentes vaticanas, ha recibido la Unción de los Enfermos.
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