BARCELONA,
Al tiempo de desmentir que el entorno del Papa Juan Pablo II sea el que esté gobernando actualmente la Iglesia, el presidente del Pontificio Consejo de los Textos Legislativos, Cardenal Julián Herranz, afirmó ser testigo de que a pesar de su falta de expresividad, el Pontífice está perfectamente lúcido y sus decisiones de gobierno “las cumple perfectamente”.
“El Papa está en perfecto dominio de sus facultades mentales, tiene una memoria extraordinaria, una inteligencia finísima, y una voluntad de hierro. Lo único que le falta es expresividad, capacidad de comunicar de una manera, digamos, eficiente, de esa que salta a la vista. Pero todas esas decisiones de gobierno en las que él tiene que intervenir, las cumple perfectamente. Lo puedo atestiguar”, dijo el Purpurado en una entrevista aparecida este miércoles en La Vanguardia.
El Purpurado español aseguró que “el gobierno ordinario de la Iglesia universal procede sin dificultad”. Además, “respecto a las cuestiones extraordinarias que sólo el Papa puede decidir, como el nombramiento de un obispo o de un nuncio, o la constitución de una diócesis nueva, puedo asegurar que en esos días en el Gemelli estuvo decidiéndolas, que el hecho de estar hospitalizado no influyó, como no influía cuando se iba de viaje y estaba ausente una semana”.
Tras reiterar que “el gobierno de la Iglesia no se ha parado”, el Cardenal precisó que, además, éste “no consiste sólo en resolver cuestiones prácticas como podría ocurrir en una multinacional, aunque la Iglesia sea también una ‘multinacional’ en ese sentido. Hay una dimensión de magisterio, de enseñanza...” y, en ese sentido, el Papa “está gobernando desde la cruz, él está viviendo su vía crucis”.
En esa misma línea, el Cardenal Herranz aseveró que “el Papa acepta con paz interior esa imagen que está dando de enfermo, de viejo, de pobre, que casi no puede hablar, él que tenía dotes de actor... Dios le está probando hasta ese punto. El Papa está demostrando que son valores también la vejez, la enfermedad, el dolor, y que no son sólo valores la juventud, la belleza y la fuerza”.
Sobre el interés que suscita a nivel mundial el estado de salud del Santo Padre, el Cardenal opinó que la gente tiene derecho a estar informada: “Los que son católicos, porque es su padre, y los hijos tienen derecho a saber cómo está el padre enfermo. Los que no son católicos o cristianos, también, porque ven en él un líder moral de la humanidad”.