BUENOS AIRES,
El Obispo Auxiliar de Buenos Aires, Mons. Jorge Eduardo Lozano, señaló que “Jesús viene a caminar junto a la humanidad sufriente” y quiere acercarse a cada uno de nosotros en esta Semana Santa, durante la homilía de la misa de Domingo de Ramos celebrada en la Catedral Metropolitana.
El Prelado indicó que “la celebración de hoy despierta en nosotros sentimientos que se contradicen. Comenzamos con cantos de alabanza y aclamación a Cristo que viene a nosotros, y ahora acabamos de proclamar pasajes evangélicos que nos relatan su Juicio, Pasión y Muerte. Sentimientos de alegría y otros de compasión”.
Asimismo el Obispo recordó que la mayoría de los que aclamaron a Jesús en su entrada en Jerusalén eran jóvenes, “jóvenes que se sintieron atraídos por la predicación del Señor, por sus obras y por su presencia amorosa”.
Remarcó además que el Señor les fue robado para ser llevado a un juicio fraudulento y cargado de mentiras, como nuestra sociedad que también le roba los sueños a los jóvenes, a quienes les toca la peor parte de “esta historia argentina que vamos escribiendo”.
El Prelado cuestionó numerosos males que afectan a la juventud en su país: “¿No nos ha invadido, acaso, la indiferencia y la indolencia frente a la realidad que viven los jóvenes?” y agregó que “la droga mata a cientos de jóvenes, la desocupación excluye y empuja fuera de la sociedad especialmente a los jóvenes, el SIDA afecta en su mayoría a jóvenes, el 70 por ciento de la población carcelaria tiene menos de 30 años...”.
Luego de evidenciar que corremos el riesgo de olvidar el horror de la muerte que corta sueños como los de los jóvenes de la discoteca Cromañón, Mons. Lozano resaltó que “hay corazones que han visto quemarse esas vidas jóvenes y están intentando no olvidarse. Y desde esa herida y con el dolor a cuestas ayudan, acompañan, escuchan. Caminan con los que caminan habiendo transitado ese horror”.