VATICANO,
Desde su estudio privado en el Vaticano y gracias a una conexión televisiva, el Papa Juan Pablo II bendijo a miles de jóvenes reunidos este jueves por la tarde en la basílica romana de San Juan de Letrán en un encuentro de oración y adoración eucarística para preparar la 20° Jornada Mundial de la Juventud (JMJ 2005) que se celebrará en la ciudad alemana de Colonia el próximo mes de agosto.
Antes de que recibieran la bendición, el Cardenal Camillo Ruini, vicario general para la diócesis de Roma, dio la bienvenida a los jóvenes y leyó un mensaje del Santo Padre.
"Deseo unirme espiritualmente a vosotros y expresaros todo mi afecto: sé que estáis siempre a mi lado y que no os cansáis de rezar por mí. Os saludo y os doy las gracias de corazón", escribió el Papa en su mensaje.
Más adelante, el Pontífice pidió elevar juntos la mirada a Jesús Eucaristía. “Jesús, ¡te adoro escondido en la Hostia! En una época marcada por odios, por egoísmos, por deseos de falsas felicidades, por la decadencia de costumbres, la ausencia de figuras paternas y maternas, la inestabilidad en tantas jóvenes familias y por tantas fragilidades y dificultades que sufren tantos jóvenes, nosotros te miramos a ti, Jesús Eucaristía, con renovada esperanza”, rezó.
“¡Te adoramos, Jesús Eucaristía!”, exclamó el Papa en su mensaje. “Adoramos tu cuerpo y tu sangre, entregados por nosotros, por todos, en remisión de los pecados. Mientras te adoramos, ¿cómo es posible no pensar en todo lo que tenemos que hacer para darte gloria? Ayúdanos, Jesús, a comprender que para 'hacer' algo en tu Iglesia es necesario ante todo 'ser', es decir, estar contigo en adoración, en tu dulce compañía".
Asimismo, el Pontífice pidió a los jóvenes poner a Jesús en el centro de sus vidas y se comprometan a ser constructores de "la civilización del amor" y que le reciban "participando con asiduidad en la santa misa dominical y, si es posible, cada día".