KÖNIGSTEIN,
El Arzobispo Caldeo de Basora (sur de Irak), Mons. Gabriel Kassab, mostró su alegría y esperanza por el futuro de Irak, al destacar que la comunidad cristiana iraquí es consciente del papel importante que la Iglesia juega en la reconstrucción nacional tras las elecciones de enero pasado.
En declaraciones desde Londres a la asociación católica Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), el Prelado destacó que la ayuda recibida a través de la Iglesia es muy apreciada por diferentes comunidades iraquíes como Basora, donde se administran actualmente tres parvularios, en los cuales el 90 por ciento de los niños atendidos son musulmanes.
Mons. Gabriel Kassab señaló también que tras las elecciones, muchas de las familias cristianas que huyeron del país durante la insurgencia, ya han regresado y unas mil viven en su arquidiócesis.
“Puede que representemos tan sólo al 3,5 por ciento de la población, pero la influencia de los cristianos con formación es ampliamente reconocida. Con los 14 proyectos en Basora de provisión de alimentos y medicinas, gestión de parvularios y ayuda pastoral, hemos podido comprobar que nuestras acciones contribuyen a que se conozca mejor el cristianismo”, explicó.
El Arzobispo también expresó su gratitud a AIN y sus bienhechores, señalando que con su ayuda, “podemos mantener la presencia cristiana y convertirnos en levadura de una nueva sociedad que debe madurar”.
ofrecer esperanza