En un artículo aparecido en el diario USA Today, el comentarista judío de radio y crítico de cine, Michael Medved, denuncia que en Estados Unidos el suicidio “se ha puesto de moda” y esta tendencia tiene como contraparte el testimonio de Juan Pablo II.
Medved sostiene que la sociedad nacional es testigo “de una serie de historias que sugieren que acabar con la propia vida es algo valeroso, respetable e incluso ‘chic’”, como el caso del periodista Hunter S. Thompson, quien se suicidó de un disparo en la cabeza a la edad de 67 años.
El comentarista cita también la reciente entrega de los premios Oscar, que premió a dos películas que muestran el suicidio asistido como “loable”: Million Dollar Baby y Mar Adentro.
“Millones de personas vieron a glamorosas figuras de la industria del entretenimiento con vestidos de gala y costosos trajes, recibir ovaciones del público que los recibía de pie, por interpretar a personas que pidieron la muerte y que fueron ayudadas por sus amigos para cumplir este ‘deseo’”, opina Medved.
Dos días después de la premiación, se realizó una conferencia sobre la prevención del suicidio en Portland. Durante la misma se difundieron cifras que muestran la desastrosa realidad del suicidio en Estados Unidos: 29 mil suicidios al año (80 al día), 50 por ciento más personas mueren por su propias manos que por asesinatos y el suicidio se ha convertido en la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 24 años.
Según el comentarista, su generación avanza “inexorablemente hacia la ancianidad y la fragilidad. No dudo que seré testigo del incremento en la eutanasia como una aceptable e incluso ‘valiente’ manera de sobrellevar el dolor y el pesimismo, asociados con el fin de la vida” y añade que “hemos resistido al proceso de envejecimiento amando el fitness, en medio de una sociedad que vive obsesionada con las dietas experimentales y el ejercicio, sin mencionar el Botox y el Viagra”