VATICANO,
En el mensaje dirigido a los obispos de Tanzania en visita ad limina, el Papa Juan Pablo II llamó a la Iglesia en África a resistir las presiones antinatalistas de algunos organismos internacionales.
“El mundo puede aprender mucho del gran valor que se concede a la familia como cimiento de la sociedad africana”, escribe el Papa; y señala que la Iglesia “debe conceder prioridad especial a la pastoral de la familia, debido a los grandes cambios culturales en el mundo moderno”, escribe el Papa.
Por ejemplo, hay que resistir con fuerza a la práctica injusta de ligar los programas de asistencia económica a la promoción de la esterilización y la anticoncepción”, porque “son afrentas a la dignidad de la persona y de la familia”; destaca el Santo Padre en el mensaje.
“El matrimonio es sagrado, único e indisoluble por naturaleza” y “debe permanecer abierto a la generación de una nueva vida”, añade; a la vez que destaca que “la promoción de los valores familiares genuinos es urgente, teniendo en cuenta el terrible azote del SIDA que aflige a vuestro país y a buena parte del continente africano. La fidelidad dentro del matrimonio y la abstinencia fuera de él son la única forma segura de limitar la ulterior expansión de esa epidemia”.
“Me entristece especialmente pensar en los miles de niños huérfanos a causa del terrible virus”, agrega el mensaje.
Refiriéndose a la atención al clero, Juan Pablo II observa que un obispo debe ser “un padre, un hermano y un amigo” para sus más estrechos colaboradores. Invita a los prelados a ayudar a los sacerdotes a “crecer en santidad y en su decidido compromiso a ser discípulos” y a “insuflar en ellos una aspiración genuina al Reino de Dios”.