BUENOS AIRES,
El Consorcio de Médicos Católicos de Buenos Aires pidió al gobierno detener las “equivocadas” campañas oficiales a favor de la despenalización del aborto, por ir contra la Constitución Argentina, que las autoridades deben defender.
El comunicado titulado “Aborto, preservativos y SIDA” presenta argumentos médicos, sanitarios, legales y morales, para advertir a la población sobre lo “gravemente erróneos” que son los programas oficiales en curso.
Actualmente, el Ministerio de Salud realiza una campaña de repartición indiscriminada de preservativos y el titular del sector ha declarado estar a favor de despenalizar el aborto.
Según el comunicado, “legalmente en la Argentina hay legislación que protege a ese ser ya concebido. Quitarle la vida es un delito, un asesinato que está penado por el Código Penal en su Título de Delitos contra las personas y en el Capítulo I, Delitos contra la vida en los artículos 85 a 87. Propiciar o aconsejar el aborto es apología del delito. A su vez, esa vida está respaldada y defendida por el Art. 75 inc. 22 de la Constitución Nacional y por los artículos 63 y 70 del Código Civil Argentino, que lo considera persona y niño desde la concepción. Por otra parte, hasta ahora en los organismos y congresos internacionales la Argentina siempre se ha opuesto a la despenalización del aborto”.
Recuerdan que “el aborto provocado es un asesinato de un ser humano inocente, pequeño e indefenso que vive en el interior de la madre. Hay que considerar esto desde los puntos de vista del derecho natural, del médico y sanitario, del legal y filosófico y finalmente –para los creyentes– desde la visión teológica”.
Sanitariamente, los expertos sostienen que “la legalización del aborto provocado con la excusa de evitar muertes maternas, es una acción muy equivocada. Se citan estadísticas que no son verdaderas. En la Argentina, según las últimas cifras oficiales de la Dirección de Estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación (Marzo de 2005), en el año 2003 murieron en todo el país 83 madres por abortos espontáneos o provocados. Son cifras altas, pero no son los centenares o miles de muertes que se mencionan en la propaganda”.