VATICANO,
La Sala de Prensa de la Santa Sede anunció que el Papa Juan Pablo II recibe decenas de miles de correos electrónicos procedentes de todo el mundo desde que el sito web del Vaticano, en cada uno de sus seis idiomas, incluyó una dirección para enviarlos: juan_pablo_ii@vatican.va.
Desde el mediodía del 1 de marzo hasta la misma hora del 3 de marzo, según estadísticas y datos publicados hoy, el Papa ha recibido más de 20 mil correos electrónicos: 10 mil en inglés, 6077 en español, 2012 en portugués; 1,134 en italiano, 850 en alemán y 800 en francés.
También llegan diariamente numerosos mensajes en polaco, el idioma del Papa. Según la Sala de Prensa de la Santa Sede, “estas cifras son sólo un pequeño porcentaje del correo electrónico dirigido al Santo Padre en esos días, al que hay que añadir los e-mails recibidos desde esa fecha, además de las cartas y faxes que llegan a la Secretaría de Estado y a otros dicasterios de la Curia Romana”.
No es la primera vez que el Vaticano da a conocer una dirección de correo electrónico para el Santo Padre. La anterior ocasión fue durante el 25º aniversario de su elección como Pontífice, en octubre de 2003.
Los remitentes son doctores, jefes de organizaciones de voluntariado, amas de casa y madres, estudiantes, congregaciones religiosas, personal sanitario, párrocos y feligreses. La mayor parte de los e-mails están escritos por fieles de todo el mundo y algunos proceden de personas alejadas de la fe y que han vuelto a ella.
Según la nota del Vatican Information Service, “el grueso son cartas relativamente breves que expresan el deseo de que el Papa mejore y manifiestan su amor y admiración por él como jefe de la Iglesia Católica. También escriben que el sufrimiento del Santo Padre es un ejemplo para todos o sencillamente le dan las gracias por todo lo que ha hecho y hace por la Iglesia, sobre todo por la promoción del valor de la vida y la dignidad humanas. Algunos mensajes son más largos y narran experiencias personales de enfermedades, sufrimientos físicos y psíquicos o conversiones personales”.