ROMA,
Pocas horas después del tránsito de Mons. Luigi Giussani, fundador del Movimiento Comunión y Liberación (CL), destacados políticos nacionales reconocieron el legado del sacerdote para la sociedad italiana y el mundo.
El Presidente de Italia, Carlo Azeglio Ciampi expresó sus condolencias y recordó a Don Giussani como un hombre que “con su acción generosa ha contribuido a promover la madurez social y humana de muchos jóvenes que han reconocido en él a su guía espiritual”. También definió al fundador como “un extraordinario hombre de fe y cultura”, y que “su lección de vida debe continuar inspirando el compromiso común de instituciones y ciudadanos ante los desafíos del futuro”.
Por su parte, el Premier Silvio Berlusconi declaró sentirse muy cercano en este momento de dolor “a los amigos de Comunión y Liberación, por la pérdida de su padre y fundador”. Subrayó que “la muerte de Mons. Luigi Giussani es una pérdida para todos nosotros. Es un gran dolor, pues era una persona extraordinaria a la cual me he sentido muy cercano, por la fe profunda, envolvente, que me ha empeñado y me empeña a hacer aquello que hago. Es una pérdida para todos sus muchachos, y para todos aquellos que creyeron en él”.
El Ministro de Política con la Unión Europea, Rocco Buttiglione, sostuvo que “todo aquel que lo conoció se impresionaba por su testimonio cristiano. Decía que es la fe la que puede cambiar tu vida, y era un convencido de ello”. Recordó que “Don Giussani solía decirle a los jóvenes: ‘te entiendo cuando afirmas que no te interesa la vida eterna, pues no sabes lo que significa; pero Jesucristo te promete que será 100 veces mejor`, y era eso lo que hacía que muchos lo siguieran no sólo en Italia sino en todo el mundo”.
“Don Giussani enseñó a sus amigos a amar la vida terrena y a esperar la vida eterna. Es por ello que hoy es de alguna manera un día de gran alegría, pues alcanzó la meta que buscó toda su vida, cumpliendo su misión”, anotó.
El Ministro del Interior, Giuseppe Pisanu, dijo estar convencido que “su enseñanza y su ejemplo continuarán produciendo obras preciosas para el bien común”, y subrayó como “había marcado profundamente, no sólo en Italia, la historia del catolicismo en el difícil paso de cara al tercer milenio”.