MADRID,
El Obispo de Málaga, Mons. Antonio Dorado publicó una carta pastoral dedicada a los trabajadores extranjeros en la que pidió a los ciudadanos y autoridades no discriminar a los inmigrantes en su inserción en la sociedad y en el mercado laboral español.
Mons. Dorado señaló que “la Iglesia coincide con todos los hombres de buena voluntad en que la emigración es un derecho humano. Y el Concilio nos recuerda que en una economía progresiva en la que la movilidad es necesaria, la justicia y la equidad exigen que dicha movilidad se ordene de tal manera que la vida de los individuos concretos y de sus familias no se haga incierta y precaria”.
“Necesitamos su presencia y su trabajo para que España funcione. Lo saben nuestros mayores y las amas de casa, entre otros grupos sociales, porque son numerosas las personas que trabajan en el servicio doméstico. También, en los trabajos más duros”, aseguró el Prelado.
Según el Obispo de Málaga, los inmigrantes contribuyen con su trabajo a la promoción económica del país. Sin embrago, quienes no cuenten con la documentación pertinente, no podrán exigir que sus derechos sean respetados.
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