VATICANO,
Durante el rezo del Ángelus que presidió desde los apartamentos vaticanos, el Papa Juan Pablo II señaló –en un mensaje leído por Mons. Leonardo Sandri– que la Cuaresma recuerda que “no se entra en la vida eterna sin portar nuestra cruz en unión con Cristo”.
El Santo Padre precisó, ante cientos de peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro, que la Cuaresma es un tiempo de combate.
“El miércoles pasado, con la liturgia de las cenizas, hemos iniciado la Cuaresma, tiempo litúrgico que cada año nos recuerda una verdad fundamental: no se entra en la vida eterna sin portar nuestra cruz en unión con Cristo. No se alcanza la felicidad y la paz sin afrontar con coraje el combate interior”, indicó.
Este combate, agregó, “se vence con las armas de la penitencia: la oración, el ayuno y las obras de misericordia. Todo esto se cumple en lo secreto, sin hipocresía, en espíritu de sincero amor hacia Dios y los hermanos”.
El Santo Padre al final anunció el inicio de los ejercicios espirituales de la Curia Romana, cuando “en el silencio y en el recogimiento rezaré al Señor por todas la necesidades de la Iglesia y del mundo. Os pido de acompañarnos con vuestra oración”.
En su primera aparición pública tras permanecer diez días hospitalizado, el Papa pronunció "queridos hermanos y hermanas bienvenidos" y luego pasó la palabra a Mons. Sandri.