VATICANO,
Durante la Liturgia de imposición de las Cenizas que presidió este miércoles en la basílica de San Pedro, el Cardenal James Francis Stafford, Penitenciario Mayor de la Penitenciaría Apostólica, llamó a los cristianos a hacer del tiempo de Cuaresma un momento para reconciliarse con Dios y con los hermanos.
El Purpurado norteamericano destacó en su homilía su beneplácito por “presidir esta solemne liturgia en nombre del Santo Padre”. “Advertimos su presencia espiritual entre nosotros y lo recordamos con afecto pidiendo al Señor que le conceda las gracias necesarias para el carisma de su primado de confirmar a nuestros hermanos en la unidad de la fe”.
El Cardenal recordó que todos estamos llamados “al deber de la conversión” y que “la conversión no es una experiencia que podemos vivir solos”.
En el Evangelio de Mateo, prosiguió, “Jesús indica tres formas para vivir la conversión: la limosna, esto es, compartir; la oración, es decir confiarse al Señor; el ayuno, o sea la capacidad de imponerse un límite. Jesús insiste en el aspecto interior del ayuno y la oración”.
“San Pablo –prosiguió– exhorta a los cristianos de Corinto a dejarse reconciliar con Dios. La conversión, efectivamente, es reconciliación: reconciliación vertical con Dios... a la que tiene que corresponder la reconciliación horizontal con nuestros hermanos”.
“El libro de nuestra vida –subrayó el Cardenal Stafford– debe testimoniar al mundo que la reconciliación, es decir, la paz, es posible. Y no habrá paz sin la atención indispensable para los pobres” cuya desatención hay que achacar “principalmente a nuestra sociedad consumista”.