KÖNIGSTEIN,
Casi un año después del derrocamiento del ex-presidente Jean-Bertrand Aristide, la situación en el país aún está lejos de estabilizarse pero las vocaciones sacerdotales no dejan de surgir, según el Obispo de Hinche y nuevo Presidente de la Conferencia Episcopal Haitiana, Mons. Louis Kébreau.
El Obispo informó en una comunicación telefónica con el departamento latinoamericano de la organización Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN), que en Cap-Haitien y en Puerto Príncipe, se han registrado varios asesinatos. Mons. Kébreau cree que los homicidios están relacionados a la actividad de los narcotraficantes que se aprovechan de la corrupción generalizada y de la extrema pobreza del país para usarlo como nexo en el envío de drogas a Estados Unidos y Europa.
En esta coyuntura, el Prelado indicó que está muy comprometido con las vocaciones sacerdotales locales, necesitadas de adecuada formación, para cambiar la mentalidad de las personas a través de la evangelización. Indicó también que el número de seminaristas está en aumento y se espera que más de 60 postulantes ingresen en la siguiente promoción.
AIN, que en el año 2003 donó 700 mil euros para ayudar a la Iglesia en Haití, considera a éste país y a Cuba como prioridades, por tratarse de lugares donde la Iglesia es amenazada y a veces perseguida.
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