El Arzobispo de Yucatán, Mons. Emilio Carlos Berlie Belaunzarán, señaló que el Movimiento de Cursillos de Cristiandad (MCC) “ha demostrado ser capaz de conseguir en tres días el encuentro con uno mismo, con Cristo y con los demás y de entusiasmar a los alejados”.
Durante la Misa de clausura del II Encuentro Nacional de asesores y sacerdotes del apostolado laical, el Prelado señaló que “en cada cursillo” la gente entiende que su existencia no tiene sentido sin Cristo, “entregando su vida a la Iglesia, porque en ella todo es gracia de Dios y respuesta libre, sin exigencias”.
Indicó que en los tres días que dura el retiro, los integrantes del equipo de servicio “transparentan la imagen del Padre bueno, paciente, fuerte, tierno constante”, y descubren “que nada del Evangelio ha caducado ni ha perdido propiedades”.
“La base de los cursillos está en empeñarse en que la Iglesia se parezca más a la Iglesia que Jesucristo soñó”, expresó el Arzobispo. Luego dijo a los cursillistas que “ustedes son la sal de la tierra, ustedes son la luz del mundo”.
Mons. Berlie recordó que el MCC está presente en los cinco continentes, ha crecido rápido y que el Papa ha aprobado sus estatutos calificando al movimiento como “un instrumento de Dios para anunciar el Evangelio”.
El Arzobispo concelebró la Misa con el vicario de la diócesis, Mons. Joaquín Vázquez Avila, y medio centenar de sacerdotes, entre ellos el P. José Gilberto Beraldo, asesor eclesiástico de la organización mundial del MCC; el P. Antonio Diufain Mora, viceasesor eclesiástico nacional del MCC en la República Dominicana; el P. Salvador González Alvarado, asesor nacional del MCC; y el P. Fabio Martínez Castilla, asesor diocesano del movimiento.