BUENOS AIRES,
El Estado argentino prepara actualmente con la Sociedad de Integración Gay Lésbica Argentina (SIGLA) un proyecto de educación sexual para escolares que ha despertado polémica en el país. El Director de la Oficina de Prensa del Arzobispado de Buenos Aires recordó que la educación sexual no debe convertirse en educación genital, y sus contenidos no pueden ser ajenos a lo que piensa la familia.
A través de su artículo “Dios nos creó varón y mujer”, publicado en “Realidad y Reflexión”, el P. Guillermo Marcó afirma que la “la Iglesia, desde siempre, ha impartido educación sexual”, comprendiendo, tal como lo señala el Catecismo, que “la sexualidad abraza todos los aspectos de la persona humana, en la unidad de su cuerpo y de su alma”.
El sacerdote explica que a los jóvenes se les debe educar sexualmente desde el hogar y en el colegio. Sin embargo, aclara que ésta “no puede convertirse en educación genital, cuyos contenidos prescindan de lo que la familia piense”.
El P. Marcó añade que “la educación para la castidad ayuda al dominio de las propias pasiones, encauzando su energía y orientándola a su ejercicio responsable dentro del matrimonio”.
Rescatando las enseñanzas del Catecismo, el artículo indica que a los jóvenes se les debe educar en el “reconocimiento de la propia masculinidad y feminidad”, viviendo la complementariedad de los sexos, “en orden a formar una familia y educar a los hijos”.
Finalmente, el sacerdote exhorta a los padres de familia a no dejar la educación de sus hijos en manos de quienes piensan distinto a ellos.