La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), con ocasión de la pasada jornada mundial del SIDA, expresó su firme apoyo a una campaña de prevención contra la pandemia, a la vez que expresó su solidaridad por las personas portadoras del VIH-SIDA.
El Presidente de la CEM, Mons. José Guadalupe Martín Rábago, explicó que la Iglesia Católica también da una respuesta coordinada con los planes globales para enfrentar esta enfermedad.
Los gobiernos, precisó, deben dedicar presupuestos suficientes para combatir este mal, incrementar la educación escolar y extra escolar de los valores de la vida, del amor y del sexo; eliminar toda forma de discriminación de los enfermos del Sida y apoyarlos espiritualmente.
El Prelado recordó que el Vaticano ha convocado a una mayor participación de la sociedad en la lucha contra el SIDA y pidió a los países industrializados ayudar a las naciones que lo necesiten, así como erradicar la explotación sexual.
De igual forma, se pronunció por hacer accesible los medicamentos antirretrovirales a las personas que padecen este mal, poner especial cuidado en el tratamiento de los portadores y en la protección de los huérfanos del SIDA y atender a los grupos más vulnerables.
Además, como gesto de solidaridad, la Iglesia en México ha respondido a un llamado de la Santa Sede para realizar una colecta económica para apoyar a la iglesia en la República Centroafricana, donde aproximadamente 260 mil personas viven con VIH-Sida, casi 50 el por ciento de su población.