VATICANO,
Durante un encuentro este viernes con los participantes en la Conferencia de los Responsables de las Administraciones Penitenciarias de los 45 Estados adherentes al Consejo de Europa, el Papa Juan Pablo II recordó que también las prisiones deben ser lugares donde se respete la dignidad humana.
“Todas las naciones civiles –señaló el Pontífice- deben compartir la preocupación de defender los derechos inalienables de cada ser humano”.
En este sentido, pidió que se corrijan “las eventuales leyes y normas que los obstaculizan, especialmente cuando se trata del derecho a la vida y a la salud, del derecho a la cultura, al trabajo, al ejercicio de la libertad de pensamiento y a la profesión de la propia fe”.
El Santo Padre recordó que “el respeto de la dignidad humana -continuó- es un valor de la cultura europea, que hunde sus raíces en el cristianismo; un valor humano universal, y como tal, susceptible del mayor consenso”.
Por ello, “los Estados deben preocuparse de que en todas las cárceles se garantice la total atención a los derechos fundamentales del hombre”, agregó.
El Santo Padre dijo que “las medidas simplemente represivas o punitivas, a las que se recurre normalmente, son inadecuadas para alcanzar los objetivos de la auténtica rehabilitación de los detenidos”.