LA HABANA,
El Movimiento Cristiano Liberación (MCL), fundado por el católico cubano Oswaldo Payá, ha cumplido 16 años de labor. Aunque el aniversario no ha estado acompañado por grandes celebraciones, sí ha sido ocasión para renovar el compromiso de este grupo a favor de cambios democráticos pacíficos en la isla.
El MCL fue creado por un grupo de laicos de la Parroquia del Cerro, en La Habana, en 1988. Sus miembros lo definen como un movimiento de inspiración cristiana, cívico-político no confesional al cual se han plegado personas creyentes y no creyentes, con el fin de promover los derechos humanos y trabajar por la reconciliación y transformación pacífica del país.
El MCL asegura que sus proyectos se inspiran “en los valores evangélicos y el pensamiento social cristiano”, rechazando la violencia como método de lucha y como medio ejercido “por el poder o entre ciudadanos”.
Entre sus objetivos está “lograr la participación de los cubanos” en los cambios que necesita la isla, siendo “protagonistas y no espectadores de su realidad”.
El MCL busca también promover los derechos humanos y civiles y el respeto de estos por parte del gobierno; así como “el reencuentro de nuestro hermanos de la diáspora, que son parte inseparable de nuestro pueblo”, entre otros.
Su fundador recibió en el año 2002 el Premio Andrei Sajarov del Parlamento Europeo por su defensa de los derechos humanos. Su iniciativa más importante actualmente es el Proyecto Varela, que busca democratizar Cuba con un referéndum que permita cambios a favor de “la participación libre y responsable de los ciudadanos” en la vida política y económica de la sociedad.