VATICANO,
Al comentar el Cántico de la Carta a los Colosenses, que la Iglesia reza en la hora de Vísperas, el Papa Juan Pablo II recordó que la paz y la reconciliación son restablecidas por el Señor Jesús mediante la redención y la muerte.
El Pontífice señaló que este “himno cristológico” resalta “la figura gloriosa de Cristo, corazón de la liturgia y de toda la vida eclesial”. En él “se percibe el espíritu de fe y de oración de la primitiva comunidad cristiana”.
Cristo, continuó, “es celebrado como ‘primogénito de toda criatura’, es decir, generado antes de los seres humanos, afirmando así su eternidad, que trasciende el espacio y el tiempo”. Si Cristo es “superior a las realidades creadas, también es su creador. Por este motivo, puede ser visto como ‘imagen del Dios invisible’, cercano a nosotros a través del acto creativo”.
El Papa señaló que “Cristo, con su ‘plenitud’ divina, pero también con su sangre derramada en la Cruz, ‘reconcilia y restablece la paz’ con todas las criaturas, las celestes y las terrestres. Las conduce a su situación originaria, recreando la armonía primigenia querida por Dios según su proyecto de amor y vida.
Creación y redención etapas de un mismo acontecimiento