MADRID,
Durante el discurso inaugural de la 83º Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española, el Cardenal Antonio María Rouco Varela, Arzobispo de Madrid y Presidente de la CEE, señaló que la Iglesia no cesará de anunciar las consecuencias sociales del Evangelio, pese a las presiones del laicismo dominante en el país.
En un extenso discurso en el que pasó revista a los principales desafíos morales que enfrenta la sociedad española, el Cardenal Rouco señaló que “Anunciando sin descanso el amor eterno de Dios por cada persona, la Iglesia presta a la Humanidad el mayor de los servicios”.
“Algunos dirán –siguió- que se trata de una tarea absolutamente trasnochada e inútil; no faltará incluso algún católico que, desorientado por los cantos de sirena del modo de vida inmanentista, considere secundaria la referencia a Dios y a la Vida eterna para la existencia en este mundo”.
Sin embargo, explicó el Purpurado, “no sólo la experiencia creyente, sino también la mera experiencia histórica pone hoy de manifiesto que las viejas ideologías agnósticas y ateas son absolutamente incapaces de dar lo que prometen; es más, la historia del siglo XX ha dejado en evidencia sus consecuencias reales. Prometieron liberación y han generado opresión; prometieron vida y han generado muerte; prometieron la paz y han dado lugar a las guerras más sangrientas de la historia”.
El Cardenal señaló que lamentablemente “se siguen oyendo propuestas y programas que pretenden descalificar la voz de la fe y de la ética calificando a la religión y a la Iglesia como instancias desfasadas y poco amigas del hombre y de su futuro. Sería necesario abrir los ojos a las lecciones de la historia”.
Al respecto, sin embargo, advirtió enérgicamente que “La Iglesia seguirá proponiendo con tesón y con respeto el mensaje que le ha sido confiado. Se trata del anuncio del Dios que es amor, Creador y Salvador de los hombres”; que “es la raíz del humanismo cristiano, basado en la trascendencia de la persona humana”.