SANTIAGO,
Los obispos nacionales publicaron una declaración en la que reiteran el rechazo al divorcio y advierten varios problemas que la nueva ley de matrimonio civil implica para los católicos que desean que su matrimonio religioso sea validado por la ley chilena.
El texto, firmado por el Presidente de la Conferencia Episcopal Chilena y Arzobispo de Santiago, Cardenal Francisco Errázuriz, lleva por título “El Desafío de Vivir nuestra Fe”.
Según el documento, que la ley reconozca “el efecto civil del matrimonio religioso” valora este sacramento “como la única celebración en la cual los novios se casan. Y valora también el acto ante el Oficial del Registro Civil -que antes era considerado por los católicos como un mero trámite– puesto que la ratificación del consentimiento ya prestado y la inscripción del matrimonio religioso ya celebrado, conferirán a éste sus efectos civiles”.
Sin embargo, los obispos advierten que su puesta en práctica está entrabada. “La ley establece un plazo demasiado breve, tan sólo ocho días, para inscribir el matrimonio religioso; aunque una persona puede casarse por poder, al parecer los cónyuges no podrían inscribir su matrimonio religioso por poder; por otra parte, si bien un oficial del Registro Civil puede acudir a una casa o a una capilla para ser testigo del matrimonio civil, no podría hacer lo mismo para inscribir un matrimonio religioso”, indicaron.
“A lo anterior se suma el hecho que si bien la ley establece que el matrimonio religioso se puede inscribir en cualquiera oficina del Registro Civil (por ejemplo, en el lugar de la luna de miel), habría disposiciones generales que esto no lo permiten. Como puede observarse, existen ciertas reglamentaciones que podrían diluir el espíritu de la ley, dificultarían su ejecución y la podrían hacer en muchos casos inoperante”, señalaron.
Los obispos llamaron a los católicos a vivir en coherencia con su voluntad de contraer un vínculo indisoluble. “La ley, en efecto, que no tiene competencia para disolver el vínculo religioso, así como otorga al matrimonio religioso efectos civiles, establece la posibilidad de quitarle esos efectos civiles, por las mismas causales del divorcio, para sellar una nueva unión civil”, indicaron.