MADRID,
El Arzobispo de Valencia, Mons. Agustín García-Gasco, criticó los intentos de algunos sectores de enfrentar la escuela pública con la católica como si fuesen antagónicos o incompatibles.
El Prelado constató cómo "los cristianos vemos con sorpresa los intentos de algunos para enfrentar la escuela pública con la escuela de ideario católico, como si se tratara de sistemas antagónicos o incompatibles".
En su carta de esta semana, Mons. García-Gasco consideró que "tras estas ideas que se propagan, subyace una confusión entre el Estado y la sociedad, un olvido de la libertad de enseñanza y un desconocimiento de lo que es en la práctica en España la escuela católica".
Asimismo, el Arzobispo se refirió a la participación de los padres y la familia en el proceso educativo de los niños y adolescentes. Al respecto recordó que “la responsabilidad de los padres, familiares y educadores resulta esencial" y lamentó que "en ocasiones, puede dar la impresión de que los padres renuncian a la educación de los hijos y pretenden que la importante, y a veces antipática labor de corrección, sea llevada exclusivamente por los profesores".
Al respecto, Mons. García-Gasco expresó su preocupación por la violencia juvenil y recordó que la educación de los hijos "ha de pasar necesariamente por la escuela, pero contando activamente con el núcleo familiar, que resulta imprescindible". Los colegios "no pueden contemplarse como un ‘aparcadero’ de niños, donde los padres y madres dejan a sus hijos para desentenderse de su educación".
Igualmente, el Arzobispo señaló que "son muchos los profesores de centros e institutos públicos que se confiesan cristianos, y ven la religiosidad, la búsqueda de sentido de la vida y la trascendencia como valores positivos que, como mínimo, merecen ser respetados". Por ello "es necesario crear las condiciones adecuadas para que puedan profundizar en el conocimiento de los valores religiosos y lo que ello ha supuesto en la historia de la humanidad", indicó.