El Padre Macrino Nájera Cisneros fue asesinado durante la celebración de una Primera Comunión en Jalisco, por salir en defensa de una adolescente que era molestada por un hombre.
El autor del crimen fue identificado como Froylán Miranda Flores, el mismo hombre a quien el religioso impidió seguir molestando a una adolescente.
Según las autoridades, luego que el sacerdote intervino, Miranda Flores se retiró de la celebración y luego regresó armado para disparar contra el P. Nájera y tres personas más, entre ellas una niña de nueve años.
El sacerdote tenía 42 de años de edad, 16 de los cuales los dedicó a la vida religiosa. Fue ordenado en Ciudad de México y pasó dos años en la parroquia de Santa Anita, en Irapuato.
Su cuerpo fue llevado a la iglesia de Santa Anita, donde el obispo de Irapuato, Monseñor José de Jesús Martínez Zepeda, celebró una Eucaristía en compañía de nueve sacerdotes.
Antes de ser sepultado en el cementerio de Los Olivos, el P. Nájera recibió otro homenaje en la comunidad de El Romeral, dónde se celebró una Misa con la participación de 22 sacerdotes.