Cónclave fue una sorpresa en taquilla tras su estreno en octubre pasado. Y tras la muerte del Papa Francisco el 21 de abril, la película —ahora disponible en plataformas de streaming— ha despertado un renovado interés, con un aumento en sus visualizaciones que, según informes, se ha triplicado en los días posteriores al anuncio del fallecimiento del pontífice.
Dirigida por Edward Berger y basada en una novela de 2016, la película es un drama centrado en los personajes, que muestra a varios cardenales de la Iglesia durante la elección de un nuevo papa —con abundante intriga política, enfrentamientos ideológicos y giros dramáticos. Este año obtuvo ocho nominaciones al Óscar, ganando uno por Mejor Guion Adaptado.
Incluso antes de su estreno, Cónclave recibió duras críticas de parte de católicos que reprobaron el giro final —alerta de spoiler: una mujer biológica es elegida papa por error— así como la representación de los distintos perfiles ideológicos de los cardenales, especialmente por la idealización de personajes cuyas posturas contradicen las enseñanzas de la Iglesia.
Más allá de esas críticas, quienes recurran a la película para entender cómo funcionará el verdadero cónclave en las próximas semanas encontrarán varios errores clave, aunque no todo es ficción.
Aquí va un repaso (no exhaustivo) de lo que Cónclave acierta y lo que no respecto al proceso de elección de un nuevo papa.