El Papa Francisco falleció “sin sufrimiento y con gran serenidad” en su habitación de la Casa Santa Marta, su residencia en el Vaticano, adonde regresó hace poco menos de un mes luego de recibir el alta del Policlínico Agostino Gemelli, donde permaneció 38 días debido a una neumonía bilateral.
Según la reconstrucción de las últimas horas del Pontífice que ha realizado el portal de noticias del Vaticano, Vatican News, el Santo Padre “descansó durante la tarde y cenó tranquilamente” el domingo.
Horas antes, el Papa Francisco se había asomado desde el balcón de la Logia central de la fachada de la Basílica de San Pedro para impartir la bendición apostólica Urbi et Orbi, ante la multitud de peregrinos que abarrotaba la plaza vaticana y sus aledaños en el Domingo de Resurrección.
Con rostro serio y dolorido, el Papa deseó una feliz Pascua a los 35.000 peregrinos presentes. No tenía buen aspecto, pero a pesar de todo quiso recorrer la plaza durante más de un cuarto de hora en papamovil.

“¿Crees que puedo hacerlo?”, le preguntó temeroso a su enfermero de confianza, Massimo Strappetti, que no se separó del Pontífice durante estos días. Massimo lo animó con afecto a cumplir su deseo de estar entre los peregrinos.