Muchos vieron al Papa Francisco como una figura de abuelo, especialmente cuando compartió fragmentos de sabiduría práctica sobre cómo llevarse bien unos con otros. Reflexionando sobre la vida sencilla de la Sagrada Familia en Nazaret, en la festividad de la Sagrada Familia de 2013, Francisco dijo:
“Recordemos las tres palabras clave para vivir en paz y alegría en la familia: permiso, gracias, perdón. Cuando en una familia no se es entrometido y se pide «permiso», cuando en una familia no se es egoísta y se aprende a decir «gracias», y cuando en una familia uno se da cuenta que hizo algo malo y sabe pedir «perdón», en esa familia hay paz y hay alegría. Recordemos estas tres palabras”.
Este consejo se convirtió en una frase habitual, ya que al año siguiente aconsejó:
“Es habitual reñir entre esposos, porque siempre hay algo, hemos reñido. Tal vez os habéis enfadado, tal vez voló un plato, pero por favor recordad esto: no terminar jamás una jornada sin hacer las paces. ¡Jamás, jamás, jamás! Esto es un secreto, un secreto para conservar el amor y para hacer las paces”.
A través de muchas homilías, audiencias y reflexiones improvisadas, a lo largo de su papado, el Papa Francisco ofreció consejos de abuelo sobre el matrimonio, la familia, la juventud, los ancianos y otros aspectos de la vida católica, utilizando frases características. A continuación, se presentan algunos momentos destacados de otras ocasiones en que ofreció consejos sencillos a los fieles.