El Papa Francisco aseguró que la Pascua del Señor no es un evento “espectacular” con el que “Dios se impone y obliga a creer en Él” y señaló que no se puede celebrar la Resurrección sin hacer frente a “las sombras de muerte que con frecuencia se ciernen sobre el mundo”.
“No se puede celebrar la Pascua sin enfrentarse a las noches que llevamos en el corazón y a las sombras de muerte que con frecuencia se ciernen sobre el mundo”, señaló el Pontífice en el texto que preparó para la celebración de la Vigilia Pascual, que presidió en su lugar el Decano del Colegio Cardenalicio Cardenal Giovanni Battista Re.
La del Sábado Santo es una de las celebraciones más sugestivas de la Semana Santa, que conmemora la Resurrección de Jesucristo.

La liturgia, en la que el Pontífice no participó a pesar de haber estado unas horas antes rezando en la Basílica de San Pedro, comenzó con el templo sumido en la oscuridad total para simbolizar la muerte de Jesús.
En el texto leído por Battista Re el Papa Francisco señaló que la Resurrección es “como pequeños brotes de luz” que se abren paso “poco a poco”, “sin hacer ruido” y todavía “amenazados por la noche y la incredulidad”.