El arzobispo de Barcelona, el Cardenal Juan José Omella, asegura que el anuncio sobre la declaración de venerable del arquitecto Antoni Gaudí es “una alegría” también para los no creyentes.
“Es una alegría porque Antoni Gaudí es muy querido como persona y como arquitecto, sobre todo por la obra famosa y maravillosa de la Sagrada Familia. Pero creo que también es una alegría para tantos seguidores de Gaudí en todo el mundo, sean creyentes o no”, explica el prelado en declaraciones a Vatican News, el portal de noticias del Vaticano.
Conectado con esta idea, el Cardenal Omella insiste en el impacto profundo y espiritual que puede tener la arquitectura de Gaudí, más allá de lo religioso. Así explica que hay algo en sus obras, especialmente en la Sagrada Familia, “que logra tocar algo íntimo en las personas, incluso en quienes no se consideran creyentes”
El Cardenal Omella cree que es precisamente este “misterio” lo que ha transmitido en su obra el arquitecto Antoni Gaudí.
“Cuánta gente que no es creyente y que admira la arquitectura nos ha dicho que al entrar en la Sagrada Familia les han entrado ganas de echarse al suelo, guardar silencio y contemplar la grandeza. Y luego me han dicho: ‘hemos salido con gran paz interior’”, relata.
Además destaca el valor espiritual y humano del célebre arquitecto catalán al poner en valor la obra del diseñador de la Sagrada Familia de Barcelona porque “nos sitúa en la grandeza de la trascendencia de Dios pues con su profesión él logra plasmar la fe tan fuerte que tiene”.