En un contexto de creciente alarma nacional e internacional por la crisis de personas desaparecidas en México, la Iglesia Católica en el país ha acompañado a representantes de colectivos de búsqueda y organizaciones de familiares, en una reunión con autoridades mexicanas para exigir respuestas y compromisos concretos.
A través de un comunicado, Diálogo Nacional por la Paz —una iniciativa conjunta de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), la Conferencia de Superiores Mayores de Religiosos de México (CIRM) y la Compañía de Jesús— detalló lo ocurrido durante el encuentro del 8 de abril.
Según relata el comunicado, se escuchó a las familias “en su indignación por la indiferencia que han sentido en las instancias de gobierno, sus deseos de justicia ante la desaparición de sus hijos, hijas o bebés”.
En un segundo momento, se definieron “las peticiones para avanzar en el drama de los desaparecidos en México” y finalmente “tuvo su participación la secretaria Rosa Icela para responder a las demandas de los colectivos”.
Entre los representantes eclesiales presentes se encontraban Mons. Héctor Mario Pérez Villarreal, Secretario General de la CEM, y Mons. Francisco Acero, Obispo Auxiliar de México, quien acompaña a la Red Nacional de Familas Buscadoras. Por parte del gobierno estuvo Rosa Icela, titular de la Secretaría de Gobernación (SEGOB), entre otras dependencias.
