La Semana Santa 2025 está próxima a comenzar y los católicos de todo el mundo se preparan para conmemorar la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús. Todos los años, cada Viernes Santo, los fieles también tienen la oportunidad de ayudar a sostener económicamente los Lugares Santos donde estos acontecimientos tuvieron lugar hace 2000 años.
Estos lugares, que tienen una gran importancia religiosa e histórica para millones de personas, están bajo la administración de la Custodia de Tierra Santa, una provincia de la orden religiosa fundada por San Francisco de Asís, que está dedicada a resguardarlos y vivificarlos para “hacer que hablen al corazón y a la mente de todos los que realizan la peregrinación a Tierra Santa”.
A través de un video difundido a inicios de marzo, el responsable principal de la Custodia, Fray Francesco Patton, llamó a los católicos a ser generosos este año “para preservar Tierra Santa y apoyar a su gente”.
“Sentimos la necesidad de extender nuevamente la mano en un gesto de quien se hace mendigo por amor a sus hermanos: apóyennos con su oración; apóyennos volviendo a visitar los lugares santos como peregrinos, según sus posibilidades; apóyennos también económicamente, recordando que todo lo que ustedes donen, el Señor se los devolverá multiplicado cien veces”, exhortó Fray Patton.
El Custodio de Tierra Santa explicó que este último año “ha sido especialmente difícil” para la región debido a la violencia de la guerra que ha traído “muerte y destrucción”, además de sembrar “más odio entre pueblos vecinos y hermanos”. Muchas familias, continuó, se han quedado sin los ingresos necesarios para cubrir sus necesidades básicas y muchos jóvenes se han visto obligados a posponer “el sueño de formar una familia y tener hijos”.
“El Viernes Santo, cuando en sus diócesis y parroquias se realice la Colecta a favor de los Lugares Santos, recuérdennos y sean generosos. Motiven a sus párrocos a no olvidarse de nosotros, quienes, por mandato de la Iglesia universal, cuidamos los santuarios de Tierra Santa y a los cristianos que viven alrededor de ellos. Motiven a los miembros de sus comunidades a ser generosos y recordar lo que Jesús mismo nos dijo: “Hay más felicidad en dar que en recibir (Hch 20,35)”, dijo.