Cuando uno camina por las calles de Lima (Perú), la cálida cultura de su gente y las tradiciones del país se hacen evidentes de inmediato.
Hay buena comida en cada esquina, influencia europea en su arquitectura, gente riendo, turistas revoloteando por las plazas principales y mucha influencia católica.
Sí, se puede decir que América Latina es conocida por sus fuertes tradiciones católicas, arraigadas en su rica historia con los españoles; sin embargo, cuando una ciudad produce dos santos influyentes para la Iglesia Católica, es bastante evidente que el catolicismo es mucho más que sólo tradición o influencia en esa vibrante ciudad.
Aquí les dejo algunos momentos destacados de mi reciente viaje de una semana a Lima.
La iglesia de San Sebastián acogió a dos almas que con el tiempo alcanzarían la santidad. La iglesia de San Sebastián es un importante lugar histórico con una rica historia que se remonta a 1554. Es la tercera parroquia fundada en Lima. Santa Rosa de Lima, cuyo nombre de nacimiento era Isabel Flores de Oliva, fue llevada a esta iglesia cercana para ser formalmente bautizada por el P. Antonio Polanco, poco después de su nacimiento, el 20 de abril de 1586.
Vivía cerca San Martín de Porres. Nació el 9 de diciembre de 1579. Se desconoce la fecha exacta de su bautismo, pero las costumbres de la época indican que fue bautizado poco después de su nacimiento.