Decenas de sacerdotes españoles han denunciado diversas formas de acoso y discriminación que sufren en su vida cotidiana por ejercer su ministerio, según una encuesta del Observatorio para la Libertad Religiosa y de Conciencia (OLRC).
Durante una jornada sobre Libertad Religiosa celebrada el pasado 1 de abril en el Congreso de los Diputados —con la participación de diputados nacionales y de la Asamblea de Madrid—, la presidenta del OLRC, María García, presentó los resultados de un sondeo reciente realizado a sacerdotes católicos en España “sobre sus experiencias como víctimas de estigmatización, discriminación, intolerancia y ataques en el ámbito público y privado”.
En la investigación participaron 117 presbíteros que ejercen su ministerio en España, de los cuales un 67 % afirmó haber sido “insultado o ridiculizado”, o haber sido objeto de “bromas, comentarios inapropiados, irrespetuosos u ofensivos”.
El sondeo también refleja que el 20% de los ministros ordenados “han padecido actos vandálicos o daños materiales” como marcas en forma de cruz en el exterior del coche o actos peores: “Pusieron un explosivo casero en la puerta de mi casa”, relató uno de los encuestados.
Además, el 58% detalló que en alguna ocasión “ha sido objeto de estereotipos o generalizaciones negativas, o ha sufrido intolerancia o prejuicios por parte de otras personas sobre su fe, el sacerdocio o los sacerdotes, o la comunidad católica”.
Por otro lado, el informe señala que una tercera parte de los sacerdotes encuestados ha sido alguna vez “objeto de incitación al odio o acoso a causa de su fe o su condición de sacerdote”.