Sin embargo, detrás de escena, rumores persistentes y acusaciones confidenciales de conducta sexual inapropiada se interpusieron en su camino.
A finales de la década de 1990, cuando McCarrick era Arzobispo de Newark, hizo campaña para suceder al Cardenal John O'Connor como Arzobispo de Nueva York, según el Informe McCarrick. Pero el Cardenal O'Connor, quien se encontraba en fase terminal por un cáncer, se opuso, declarando a los funcionarios del Vaticano que tenía serias dudas sobre McCarrick.
En agosto de 2000, McCarrick envió al Papa Juan Pablo II una ingeniosa carta, en la que reconocía “errores” ocasionales y “falta de prudencia”, pero añadía que “en los setenta años de mi vida, nunca he tenido relaciones sexuales con ninguna persona, hombre o mujer, joven o viejo, clérigo o laico, ni jamás he abusado de otra persona ni la he tratado con falta de respeto”.
Aparentemente, Juan Pablo quedó persuadido y, según el Informe McCarrick, el Papa le dijo a un cardenal: "'Dígale a McCarrick que creo lo que dijo y que sigo siendo un amigo'".
Aunque la oposición del Cardenal O’Connor aparentemente impidió que McCarrick consiguiera el puesto de Nueva York que codiciaba, el Papa nombró a McCarrick Arzobispo de Washington a fines del año 2000.
“Esto está bajo control”
Poco más de un año después, en enero de 2002, The Boston Globe informó que docenas de sacerdotes habían abusado sexualmente de cientos de niños en la Arquidiócesis de Boston durante décadas.
Demandas civiles en otros lugares también llevaron a revelaciones de abusos sexuales generalizados por parte del clero en otras diócesis del país. En abril de 2002, cuando el Papa Juan Pablo II convocó a cardenales estadounidenses a Roma para abordar los abusos sexuales del clero, McCarrick dijo a los periodistas al llegar que esperaba una discusión de amplio alcance.
"Creo que hablaremos de cualquier problema que queramos abordar, porque queremos asegurarnos de manejar esto y poder decirle a nuestra gente que esto está bajo control y que no volverá a suceder, y avanzar en esa dirección", dijo McCarrick.
Por aquella época, según el Informe McCarrick, los periodistas indagaron en los rumores sobre el comportamiento pasado de McCarrick con seminaristas ante la directora de comunicaciones de la Arquidiócesis de Washington. Pero McCarrick le dijo que los rumores eran falsos, y los periodistas, al parecer incapaces de encontrar personas con conocimiento directo que los corroboraran, no publicaron las acusaciones.
En junio de 2002, cuando los obispos estadounidenses se reunían en Dallas, los medios de comunicación describieron a McCarrick como un líder en ayudar a elaborar nuevos estándares nacionales para prevenir el abuso sexual por parte del clero y manejar las acusaciones contra sacerdotes.
Menos notada en ese momento, la reunión de Dallas no produjo ningún mecanismo para denunciar acusaciones de abuso sexual contra un obispo, algo que no sucedería hasta que el Papa Francisco estableció nuevas normas a través de su carta apostólica Vos estis lux mundi en mayo de 2019, unos dos meses después de que expulsara del estado clerical a McCarrick.
“Un perfil bajo”
Las dudas sobre McCarrick en el Vaticano llevaron a su retiro relativamente rápido en mayo de 2006, a la edad mínima de 75 años, según el Informe McCarrick, aunque los funcionarios del Vaticano aceptaron su solicitud de nombrar a su sucesor al mismo tiempo, "para no dar fundamento a los rumores sobre él... para que su salida de Washington pareciera completamente normal y no un castigo".
Ese mismo mes, el Papa Benedicto XVI retiró del ministerio público al P. Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, tras una investigación que determinó que Maciel abusó sexualmente de niños, niñas y seminaristas.
Pero en el caso de McCarrick, los funcionarios del Vaticano consideraron que las acusaciones no estaban probadas. El Vaticano le recomendó a McCarrick que mantuviera “un perfil bajo” y que “redujera al mínimo los viajes por el bien de la Iglesia”, según el Informe McCarrick, que también afirma que dichas solicitudes “no se basaban en una constatación fáctica de que McCarrick hubiera cometido una falta ni incluían una prohibición del ejercicio del ministerio público”. Con el tiempo, incluso esas restricciones relativamente leves fueron ignoradas, y McCarrick realizó viajes ocasionales al extranjero en representación de la Santa Sede.
El informe dice que el Papa Francisco, quien fue elegido en 2013, continuó con la misma política hacia McCarrick que antes porque "sólo había escuchado que había habido acusaciones y rumores relacionados con conducta inmoral con adultos antes del nombramiento de McCarrick en Washington", y creía que sus predecesores habían revisado las acusaciones y las habían rechazado.
Después de que se anunciara en junio de 2018 la primera acusación pública en su contra —un hombre casado que dijo que McCarrick abusó sexualmente de él a principios de la década de 1970, cuando era un monaguillo adolescente—, McCarrick publicó una declaración escrita que parecía negar los cargos, aunque dejaba cierto margen para la interpretación.
“Si bien no tengo ningún recuerdo de este abuso denunciado y creo en mi inocencia, lamento el dolor que ha sufrido la persona que presentó los cargos, así como el escándalo que dichos cargos causan a nuestra gente”, dijo McCarrick.
La decadencia
En años posteriores, McCarrick sólo fue visto en público en comparecencias judiciales, donde su drástico deterioro físico era evidente. Ahora, un hombre mayor y frágil, llegó a las afueras del juzgado de Dedham, Massachusetts, en septiembre de 2021, encorvado sobre un andador y con mascarilla.
Aunque el nombre fue tachado en los registros judiciales, su acusador en ese caso fue Grein, con cuya familia McCarrick se hizo amigo hace décadas.
Años después de que terminara el abuso físico, Grein declaró al Register el viernes que McCarrick mantenía un control sobre él. Al investigar su propia vida, Grein encontró videos de los discursos de McCarrick en línea. Dijo que a menudo apaga la pantalla para no tener que mirar a McCarrick, pero ni siquiera eso resuelve el problema.
“Escuchar su voz en Internet siempre me producía sensaciones extrañas”, afirmó Grein.
Grein, un católico practicante, dijo al Register que habló por última vez con McCarrick a principios de 2023, cuando Grein lo llamó a su hogar de ancianos en Missouri.
"Esto es lo que dije: 'Te he perdonado. Pero nunca lo olvidaré. Deberías rezar por ti mismo y deberías rezar por mí'", dijo Grein.
“Él dijo: ‘No sé de qué estás hablando’”.
Grein dijo que si bien no está celebrando la muerte de McCarrick, la ve como un acontecimiento positivo.
"Estoy realmente feliz de que ya no esté con nosotros en la Tierra y de que no pueda hacerle daño a nadie, especialmente a sí mismo", expresó Grein.
“Es bueno para nosotros, las víctimas. Es bueno para la Iglesia Católica. Ya no tienen que preocuparse por él”, dijo. “Y es lo mejor para el mundo que se haya ido”.
Traducido y adaptado por el equipo de ACI Prensa. Publicado originalmente en el National Catholic Register.
Dona a ACI Prensa
Si decides ayudarnos, ten la certeza que te lo agradeceremos de corazón.
Donar