El Papa Francisco, que este domingo apareció por sorpresa en la plaza de San Pedro, aún convaleciente por la neumonía bilateral, aseguró que está experimentando la “cariñosa caricia” de Dios durante este período de larga enfermedad en la que ha anulado por prescripción médica sus compromisos públicos.
“Queridísimos, como durante la hospitalización, también ahora en la convalecencia siento el dedo de Dios y experimento su cariñosa caricia” señaló el Pontífice en el mensaje que preparó para el rezo del Ángelus.
No estaba previsto pero el Santo Padre llegó a la plaza de San Pedro donde se habían congregado cientos de fieles por el Jubileo de los Enfermos en torno a las 11:45 (hora local) que lo recibieron con júbilo.
Lo hizo en silla de ruedas y usando las cánulas nasales a través de las que recibe oxígeno lo que le ayuda respirar.
En su mensaje para el rezo dominical, el Papa Francisco comentó el Evangelio del quinto domingo de Cuaresma, centrado en la mujer adúltera, y destacó la misericordia de Jesús, quien “devuelve a esta mujer la belleza perdida”.
