Muchos católicos atribuyen las oraciones de intercesión al Beato Solanus Casey por curar y ayudar a las personas que padecen enfermedades. Mary Bartold, de DeWitt, Michigan (Estados Unidos), se encuentra ahora entre los muchos que lo hacen tras la desaparición de sus dos tumores sin intervención médica, sino gracias a sus continuas oraciones a Casey, cuyo ministerio se basó en la sanación y la compasión.
Los inesperados problemas de salud de Mary comenzaron hace casi un año, a finales de abril de 2024, según informó el Detroit Free Press. Mary cursaba segundo año en la escuela secundaria católica Lansing, en Michigan, cuando empezó a experimentar fuertes dolores abdominales mientras estudiaba. Mary y su familia no pudieron determinar con exactitud cuál era el problema.
Los padres de Mary, Susan y Rick Bartold, la llevaron a una tomografía computarizada y una ecografía abdominal. Las imágenes revelaron dos masas en cada ovario: una de 7,3 centímetros y la otra de 1,5 centímetros. Con tan sólo 16 años, Mary empezó a preocuparse por perder la posibilidad de tener hijos y por las consecuencias que los tumores podrían tener en su salud.
Posteriormente, los Bartold llevaron a su hija a la University of Michigan Health para consultar con médicos católicos y determinar un tratamiento. Susan dijo que eligieron a profesionales católicos específicamente para asegurarse de que "entendieran lo que estaba sucediendo" y "tomaran decisiones morales que no estuvieran guiadas por creencias seculares".
Los médicos determinaron que las masas eran tumores, ambos teratomas, que debían extirparse quirúrgicamente. Programaron la cirugía para el 2 de agosto.
Al acercarse la fecha, Susan y Rick decidieron peregrinar a la tumba del Beato Solanus Casey en Detroit para orar por su hija. Susan incluso organizó una novena, un período de oración de nueve días, en nombre del Beato Solanus Casey, en la que participaron su familia, amigos y la comunidad de la Iglesia.