El departamento de Pastoral del Trabajo de la Conferencia Episcopal Española (CEE) ha abogado por promover la defensa de la vida en el trabajo tras un grave accidente en España en el que han fallecido cinco mineros y cuatro están gravemente heridos.
La tragedia, una explosión provocada por la aparición de gas grisú, sucedió en el municipio asturiano de Degaña a primera hora de la mañana (hora local). Para el traslado de los heridos a diferentes hospitales se hizo preciso incluso el uso de un helicóptero.
El Arzobispo de Oviedo, Mons. Jesús Sanz Montes, envió “un abrazo lleno de respeto y afecto” a las familias de los fallecidos y sus compañeros heridos a través de un mensaje publicado en las redes sociales.
“La vida es un túnel que a veces te acorrala y aplasta, pero la esperanza cristiana abre el horizonte entre nuestras lágrimas. Descansen en paz”, concluyó.
Desde la CEE, los prelados han subrayado, en un texto titulado La sociedad no puede cerrar los ojos ante la pérdidas de vidas en el trabajo, que “las muertes en accidentes laborales son la punta del iceberg de una organización del trabajo que deteriora la salud de las personas trabajadoras día a día”.
Así, recuerdan que a lo largo de 2024, según las estadísticas oficiales disponibles, fallecieron 796 personas y se registraron más de 600.000 en accidentes laborales que tuvieron como consecuencia bajas laborales.